Inversores de la Unión Europea y del ámbito T-MEC (Canadá y Estados Unidos) son quienes más apostaron por el desarrollo eléctrico en México.
La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica afectaría a inversiones empresariales realizadas conforme a las normas y tratados en vigor.
Ante la propuesta de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica anunciada en días pasados, la Cámara Española de Comercio en México (Camescom) pone en valor la importancia de las inversiones recibidas y sus aportaciones hacia el crecimiento del sector eléctrico mexicano.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía del Gobierno Federal, de 1999 al tercer trimestre de 2020, México ha recibido 17,675.59 millones de dólares (aproximadamente 356,000 millones de pesos), por concepto de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
En ese sentido, de 2013 a 2019 la Inversión Extrajera Directa en energía eléctrica que recibió México tuvo un crecimiento del 56% de media año con año. La inversión de las empresas extranjeras fue exponencial en el anterior decenio.
La mayor parte de estas inversiones fueron realizadas por compañías Europeas (España, Italia, Francia, Países Bajos, Alemania o Portugal por volumen de inversión), y en segundo lugar de la zona T- MEC (Canadá y Estados Unidos). Pero la implicación de intereses norteamericanos en el sector eléctrico es más amplio que el de las empresas con matriz en aquel país.
Gran parte de las compañías energéticas europeas tiene en su accionariado posiciones destacadas de gestoras de fondos e inversores provenientes de Estados Unidos. Así mismo, una buena parte de los proyectos de generación eléctrica privada en México han sido financiados con recursos de bancos de todo el mundo.
La propuesta a la Ley de Industria Eléctrica se produce después de una reciente renovación del tratado comercial de México, Estados unidos y Canadá, y durante el proceso de renovación del TLCUEM con la Unión Europea, que aún debe ser ratificado por parlamentos nacionales y comunitario.
Cabe destacar que las inversiones de las empresas foráneas que con dicha propuesta pudieran verse afectadas, fueron realizadas con apego a las normativas y tratados aprobados por México. Los inversionistas aportaron sus fondos económicos, tecnología o conocimiento porque habría una competencia en igualdad en el mercado eléctrico.
“Los países que mayor inversión exterior reciben, son aquellos que cumplen con las reglas y aprecian la seguridad jurídica” resalta la Camescom.
La Camescom refrenda su compromiso y el de las empresas socias para seguir con el fortalecimiento de los diversos sectores fundamentales para la economía mexicana y continuar el fomento de la inversión entre España y México.